Por Julio Batista
Es una filosofía, una posición ente la vida |
Justo en el instante en el que el árbitro decretaba el final en el Santiago Bernabéu sentí, por enésima vez, la voz del insoportable personaje: “Atención “madrilistas”, aquí tengo planillas de cambio para el Barça”. Con el orgullo herido en lo más profundo por dos defensas y un montón de improperios bullendo en la garganta, tenía deseos de contestarle; pero para qué blasfemar contra quien pretendía resumir mis pasiones a una hoja de papel.