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Saruzky, Premio Nacional de Literatura 2004 |
Lo dice Jaime Sarusky Miller, intelectual de las letras a quien está dedicada la XX Feria Internacional del Libro de La Habana, junto al historiador Fernando Martínez Heredia
Por Jaime Masó Torres
Convertir a la literatura en un asidero emocional, me parece, un pretexto de quienes se atreven a cargar en el hombro la responsabilidad, más que placer, de escribir. Sin embargo, hacer de la literatura la herramienta para contar historias atractivas, basadas en la investigación profunda y analítica, recibe también el mérito. No estoy diciendo que el poeta no plasme en sus versos fragmentos de su vida o la de sus amigos, ni que un tipo de escritor se sobreponga al otro, nada de eso. A lo mejor, quien se detuvo –como regla esencial para crecer en este campo- ante la obra de Jaime Sarusky (La Habana 1931), encontraron la combinación de ambas cosas. Es Jaime Sarusky Miller, más allá de escritor, periodista e investigador, un intelectual cuyos trabajos, al decir Nancy Morejón, “ha contribuido como nadie al dibujo certero de esas minorías étnicas que en el Caribe nuestro han aportado y siguen aportando al perfil definitivo de una existencia sometida (…)”.