Industriales se creó una mística, que es lo más difícil de crearse en el deporte y en la vida |
Tal es el Azul a vuelo de pájaro.
Rubén Darío
Por Carlos Manuel Álvarez Hablar mal de Industriales es una religión. Y defenderlo, también. En Cuba, la gente sabe de política y de pelota. No saben de economía ni de mercado. Ahora están aprendiendo. Pero sí saben de Marx y de Vinent. De dictadura del proletariado y de recta cortada y slider a las rodillas.
Hay dos lugares donde se deciden públicamente los destinos del país. En el Palacio de las Convenciones y en el Parque Central. Solo que en el Palacio de las Convenciones se pide la palabra. Y en el Parque Central te la arrebatan.